11. Hoy mismo han visto tus ojos que Yahveh te ha puesto en mis manos en la cueva, pero no he querido matarte, te he perdonado, pues me he dicho: No alzaré mi mano contra mi señor, porque es el ungido de Yahveh.





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina