9. Deben darse los vestidos, y el caballo a uno de los servidores más principales del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar; y le hará cabalgar sobre el caballo por la plaza mayor de la ciudad gritando delante de él: «¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!»





"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina