33. El cuarto día, la plata, el oro y los utensilios fueron pesados en la Casa de nuestro Dios y entregados al sacerdote Meremot, hijo de Urías, con quien estaba Eleazar, hijo de Pinjás; les acompañaban los levitas Yozabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Binnuy.





“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina