2. Pues el Señor glorifica al padre en los hijos, y afirma el derecho de la madre sobre su prole.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina