Eclesiástico, 10
12. El comienzo del orgullo del hombre es alejarse del Señor, cuando de su Hacedor se apartó su corazón.
12. El comienzo del orgullo del hombre es alejarse del Señor, cuando de su Hacedor se apartó su corazón.
“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina