Salmos, 144
14. Que nuestros bueyes estén bien cargados, que no haya brechas ni aberturas en los muros ni gritos de angustia en nuestras plazas.
14. Que nuestros bueyes estén bien cargados, que no haya brechas ni aberturas en los muros ni gritos de angustia en nuestras plazas.
“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina