48. ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde ahora y para siempre! Y todo el pueblo diga: ¡Amén! ¡Aleluya!





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina