1. Ella protegió al primero que fue formado, al padre del mundo, que estaba solo cuando fue creado. Lo liberó de su propia caída





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina