2. Así habla el Señor: ¡Miren! Las aguas suben desde el Norte, se convierten en un torrente desbordado; inundan la tierra y lo que ella contiene, la ciudad y sus habitantes. Gritan los hombres, lanzan gemidos todos los habitantes del país.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina