17. Y al ver al Ángel que castigaba al pueblo, David dijo al Señor: "¡Soy yo el que he pecado! ¡Soy yo el culpable! Pero estos, las ovejas, ¿qué han hecho? ¡Descarga tu mano sobre mí y sobre la casa de mi padre!".





“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina