II Samuel, 24
11. A la mañana siguiente, cuando David se levantó, la palabra del Señor había llegado al profeta Gad, el vidente de David, en estos términos:
11. A la mañana siguiente, cuando David se levantó, la palabra del Señor había llegado al profeta Gad, el vidente de David, en estos términos:
“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina