II Reyes, 17
32. Pero también veneraban al Señor, y establecieron sacerdotes, elegidos entre su propia gente, para que oficiaran en los templos de los lugares altos.
32. Pero también veneraban al Señor, y establecieron sacerdotes, elegidos entre su propia gente, para que oficiaran en los templos de los lugares altos.
“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina