33. Mientras celebraban la victoria en su patria, quemaron a los que habían incendiado las puertas sagradas, incluido Calístenes, que se había refugiado en una choza. Así él recibió el castigo merecido por su impiedad.





“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina