Génesis, 5
6. Set tenía ciento cinco años cuando fue padre de Enós.
6. Set tenía ciento cinco años cuando fue padre de Enós.
Genesis 5 es un capítulo que tiene una lista genealógica de Adán a Noé, destacando la longevidad de los patriarcas. Los versos a continuación fueron elegidos porque se relacionan con el tema de la genealogía, el descenso y la mortalidad humana.
Génesis 9:28-29: "Y Noé vivió, después de la inundación, trescientos cincuenta años. Y tenían novecientos cincuenta años todos los días; y murieron". Este versículo registra la edad y la muerte de Noé, uno de los patriarcas que se destacaron en la lista genealógica presentada en Génesis 5.
Éxodo 6:16-20: "Y estos son los nombres de los hijos de Levi, según sus generaciones: Gérson, Coate y Merari; y los años de la vida de Levi fueron ciento treinta y siete años. Los hijos de Gérson: Libni y Simei, Según sus familias. Y los hijos de Coate: Arão, Izar, Hebrom y Uziel; y los años de la vida de Coate fueron ciento treinta y tres años. Y los hijos de Merari: Mali y estos son las familias Levi, las familias, Según sus generaciones ". Este versículo presenta la genealogía de la tribu de Levi, descendientes de uno de los hijos de Jacob, y se relaciona con el tema de la descendencia y la preservación del linaje.
1 Crónicas 1:1-4: "Adam, siete, Enos, Quená, Maalaleel, Jared, Enoc, Methushal, Lameque, Noah. Los hijos de Noé: sin, perro y japh". Este verso presenta la genealogía de Adán a Noé, enfatizando la continuidad del linaje humano.
Salmo 90:10: "Los días de nuestras vidas suben a setenta años o, si hay vigor, ochenta; en este caso, lo mejor de ellos está cansado y aburrido, porque todo pasa rápidamente, y volamos". Este versículo destaca la mortalidad humana y la brevedad de la vida en contraste con la longevidad de los patriarcas presentados en Génesis 5.
Lucas 3:23-38: "Jesús mismo, al comenzar el ministerio, era cómo el hijo de José, hijo de Eli ... hijo de Eos, hijo de siete, hijo de Adán, hijo de Dios". Este versículo presenta la genealogía de Jesús, que se remonta a Adán y destaca su posición como el Hijo de Dios.
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina
