2. Cuando pasó lo detuvo y lo invitó a sentarse. Llamó entonces a diez ancianos de la ciudad para que se sentaran también a su alrededor.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina