5. Sin embargo, somos de la misma raza que nuestros hermanos, y nuestros hijos no son diferentes a sus hijos. Pero tenemos que entregarlos como esclavos; incluso muchas de nuestras hijas son ya tratadas como concubinas. Y no tenemos otra solución, puesto que nuestros campos y viñas ya pasaron a otros.»





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina