16. Luego regresé a la casa. Los consejeros no supieron dónde había ido ni lo que había hecho. Hasta este momento no les había dicho nada a los judíos, ni a los consejeros, ni a los sacerdotes, ni a los notables, ni a ninguno de los que tenían un cargo público.





“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina