3. Como estaban cerca de la casa reconocieron la voz del joven levita y se fueron allá. Le dijeron: «¿Quién te ha traído por acá? ¿Qué haces en este lugar? ¿Por qué te quedas aquí?»





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina