15. Un solo testigo no es suficiente para condenar a un hombre, sea cual fuere el delito o falta de que se le acusa; sólo por el testimonio de dos o tres testigos se decidirá la causa.





“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina