Daniel, 4
12. Pero dejen en tierra el tronco y las raíces atados con hierro y bronce, entre la hierba del campo; que lo bañe el rocío del cielo, y participe con los animales de la tierra;
12. Pero dejen en tierra el tronco y las raíces atados con hierro y bronce, entre la hierba del campo; que lo bañe el rocío del cielo, y participe con los animales de la tierra;
“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina