4. Apenas se haya afirmado su reino, será destrozado y repartido a los cuatro vientos del cielo, aunque no entre sus descendientes. No será el mismo poderío que él había establecido, sino que su reino le será arrancado y pasará a otros





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina