31. El rey se levantó, rasgó sus vestiduras y se acostó en el suelo; sus servidores también rasgaron sus vestiduras, pero permanecieron de pie a su lado.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina