17. El rey había mandado a su escudero que vigilara la entrada de la ciudad, pero fue pisoteado ahí mismo por la muchedumbre, y murió, según lo había dicho Eliseo cuando el rey bajó a verlo.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina