28. Después de invocar al Señor, que aplasta con energía las fuerzas de los enemigos, los judíos se apoderaron de la ciudad y mataron unos veinticinco mil de los que estaban dentro.





“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina