1. Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor,

2. una fosa profunda excavada en Sitín, pero les castigaré a todos ellos.

3. Conozco bien a Efraín, e Israel no se me oculta. Sí, te has prostituido, Efraín; se ha contaminado Israel.

4. Sus acciones no les permiten volver a su Dios, pues un espíritu de prostitución hay dentro de ellos y no conocen al Señor.

5. La arrogancia de Israel testifica contra él, la iniquidad de Efraín le hace vacilar, y Judá caerá también con ellos.

6. Con sus ovejas y sus vacas van en busca del Señor, mas no lo encuentran: se aparta de ellos.

7. Han traicionado al Señor, han engendrado hijos bastardos; pero un conquistador los devorará a ellos y a sus campos.

8. Tocad el cuerno en Guibeá, la trompeta en Ramá; dad la alarma en Bet-Avén; y tú, alerta, Benjamín.

9. Efraín será una ruina el día del castigo: para las tribus de Israel hago saber lo irreparable.

10. Los jefes de Judá se han vuelto como los que desplazan los linderos, y sobre ellos derramaré a raudales mi furor.

11. Efraín está oprimido, el derecho violado, porque se complace en correr tras la nada.

12. Yo seré como polilla para Efraín, como carcoma para la casa de Judá.

13. Efraín ha visto su enfermedad y Judá su llaga. Efraín ha acudido a Asiria y ha enviado mensajeros al gran rey; pero éste no podrá sanaros, ni curará vuestra llaga.

14. Porque yo soy como un león para Efraín, como un leoncillo para la casa de Judá. Yo, yo mismo hago presa y me voy; me la llevo y nadie me la arranca.

15. Sí, volveré a mi lugar hasta que se sientan culpables y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán.





“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina