Números, 22
23. La burra, al ver al ángel del Señor apostado en el camino con la espada desenvainada en la mano, se salió del camino y tiró por el campo. Balaán le pegaba para hacerla volver al camino.
23. La burra, al ver al ángel del Señor apostado en el camino con la espada desenvainada en la mano, se salió del camino y tiró por el campo. Balaán le pegaba para hacerla volver al camino.
“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina