46. Hacia las tres de la tarde Jesús gritó con fuerte voz: "Elí, Elí, lemá sabactani?" (que quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?).





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina