15. Pero los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, al ver las maravillas que hacía y a los niños que gritaban en el templo "¡Viva el hijo de David!", se indignaron y le dijeron:





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina