19. Los maestros de la ley y los sumos sacerdotes quisieron entonces mismo echarle mano, pues comprendieron que la parábola iba por ellos, pero temieron al pueblo.





“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina