6. Se quedará en esa ciudad hasta que haya comparecido en juicio ante la comunidad, hasta la muerte del sumo sacerdote que esté en funciones en aquellos días. Entonces el homicida podrá marchar y entrar en su ciudad y en su casa, en la ciudad de donde había huido".





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina