10. Es el día del Señor Dios, día de venganza, para vengarse de sus enemigos. Su espada devorará, se saciará, se embriagará de la sangre de ellos. ¡Un sacrificio que celebra el Señor Dios omnipotente en las tierras del norte, junto al río Éufrates!





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina