Jeremías, 4
26. He mirado: la campiña era un desierto, todas las ciudades destruidas por el Señor, por el ardor de su cólera.
26. He mirado: la campiña era un desierto, todas las ciudades destruidas por el Señor, por el ardor de su cólera.
Jeremías 4 aborda el tema del juicio de Dios sobre el pueblo de Judá, así como la necesidad de arrepentimiento y regresa a la fidelidad a Dios. A continuación, presento cinco versos relacionados con estos temas:
Isaías 26:20: "Ve, mi gente, entra en tus habitaciones y cierre tus puertas sobre ti; esconderte por un momento hasta que pase la ira". Este versículo trae un mensaje similar al de Jeremías 4, alertando al pueblo de Dios para que se refugie antes de la ira venidera de Dios.
Sophonies 2:3: "Busca al Señor, todos los mansos de la tierra, que han puesto su juicio por trabajo; busca justicia, busca mansedumbre; puede estar oculto en el día de la ira del Señor". Este versículo alienta a las personas a buscar a Dios y practicar la justicia y la mansedumbre como una forma de encontrar refugio durante el día de la ira de Dios.
Ezequiel 18:30: "Por lo tanto, te juzgaré, a cada uno de acuerdo con sus caminos, oh Casa de Israel, dice el Señor Jehová. Tallado". Este versículo refuerza la idea de que el juicio de Dios se basará en las acciones de cada persona y alienta a las personas a arrepentirse y abandonar sus pecados.
Oseas 10:12: "Semeai para ti en justicia, corrí de acuerdo con la misericordia; desperdiciando el campo del campo; porque es hora de buscar al Señor hasta que venga y lloviendo justicia sobre ti". Este versículo enfatiza la importancia de buscar a Dios y practicar la justicia como una forma de prepararse para el juicio venidero.
Isaías 55:6-7: "Busca al Señor siempre que uno pueda encontrar, invocarlo mientras esté cerca. Deja a los malvados a su manera, y al hombre malvado sus pensamientos; recurrir al Señor, que simpatizará con él; A nuestro Dios, porque es abundante al perdonar ". Este versículo alienta a las personas a buscar a Dios mientras haya tiempo, abandonando sus formas pecaminosas y recurriendo al Señor, que abundante al perdonar.
“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina
