11. Ebedmélec tomó consigo a los hombres, entró en el palacio real, en el vestuario del tesoro, tomó unos cuantos trozos de ropas usadas y rotas y se las echó a Jeremías en la cisterna con unas cuerdas.





“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina