24. Mira, los terraplenes que han levantado para el asalto alcanzan ya la ciudad, y la ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos, que la atacan con la espada, el hambre y la peste. Todo lo que has anunciado se está verificando, y tú lo ves.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina