20. Pero, sobre todo, fue admirable la madre, y digna de gloriosa memoria. Ella, viendo muertos a sus siete hijos en el espacio de un día, lo llevaba todo con ánimo grande por la esperanza que tenía en el Señor.





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina