20. Tomó, finalmente, a los jefes de centuria, a los nobles, a cuantos tenían autoridad en el pueblo y al pueblo entero y llevaron al rey del templo al palacio real; entraron por la puerta superior y lo sentaron sobre el trono real.





“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina