41. Los mercaderes del país, al conocer su llegada, se presentaron en el campamento con mucha plata, oro y criados para comprar como esclavos a los israelitas. Se le unieron también fuertes contingentes de Idumea y del territorio de los filisteos.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina