1. Al año siguiente, al tiempo en que suelen salir los reyes de campaña, Joab, a la cabeza de un gran ejército, marchó contra la tierra de los amonitas y la devastó. Luego puso asedio a Rabá, mientras David estaba en Jerusalén. Joab se apoderó de Rabá y la destruyó.





“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina