3. Él, en efecto, ha sido considerado digno de una gloria superior a la de Moisés, en la misma medida en que la dignidad del arquitecto de una casa supera a la casa misma.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina