6. Desde el día primero del séptimo mes comenzaron a ofrecer holocaustos al Señor, aunque todavía no se habían echado los cimientos del templo del Señor.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina