5. Le dijo un día el rey: "¿Por qué no adoras a Bel?". Él respondió: "Yo no adoro a ídolos hechos por mano humana, sino al Dios vivo, creador del cielo y de la tierra y Señor de todo viviente".





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina