1. El Señor es rey; que se alegre la tierra y exulten las islas incontables.

1. ¡Reina Yahveh! ¡La tierra exulte, alégrense las islas numerosas!

2. Está rodeado de nubes y tinieblas, la justicia y el derecho son las bases de su trono.

2. Nube y Bruma densa en torno a él, Justicia y Derecho, la base de su trono.

3. Delante de él avanza un fuego que abrasa en derredor a todos sus enemigos;

3. Delante de él avanza fuego y a sus adversarios en derredor abrasa;

4. sus relámpagos iluminan el mundo, lo ve la tierra y se estremece;

4. iluminan el orbe sus relámpagos, lo ve la tierra y se estremece.

5. los montes se derriten como la cera delante del Señor, delante del Señor de todo el mundo.

5. Los montes como cera se derriten ante el Dueño de la tierra toda;

6. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos ven su gloria.

6. los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.

7. Que se avergüencen los que adoran a los ídolos, los que se glorían de vanidades. Que todas las divinidades se postren ante él.

7. ¡Se avergüenzan los que sirven a los ídolos, los que se glorían de vanidades; se postran ante él todos los dioses!

8. Sión lo oye y se alegra, los pueblos de Judá se regocijan por tus actuaciones liberadoras, Señor,

8. Sión lo oye y se alboroza, exultan las hijas de Judá a causa de tus juicios, Yahveh.

9. porque tú eres, Señor, el altísimo sobre toda la tierra, el que domina sobre todos los dioses.

9. Porque tú eres Yahveh, el Altísimo sobre toda la tierra, muy por encima de los dioses todos.

10. Los que amáis al Señor, detestad la injusticia; él guarda la vida de sus fieles, los libra de la mano de los opresores.

10. Yahveh ama a los que el mal detestan, él guarda las almas de sus fieles y de la mano de los impíos los libra.

11. La luz sale para los que practican la justicia y la alegría para los corazones rectos.

11. La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría.

12. Los que practicáis la justicia, alegraos en el Señor y bendecid su santa memoria.

12. Justos, alegraos en Yahveh, celebrad su memoria sagrada.





“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina