Santiago, 3
8. en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal turbulento; está llena de veneno mortífero.
8. en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal turbulento; está llena de veneno mortífero.
“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina