Job, 27
7. ¡Tenga la suerte del malvado mi enemigo, la del injusto mi adversario!
7. ¡Tenga la suerte del malvado mi enemigo, la del injusto mi adversario!
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina