II Samuel, 13
14. Pero él no quiso escucharla, sino que la sujetó y forzándola se acostó con ella.
14. Pero él no quiso escucharla, sino que la sujetó y forzándola se acostó con ella.
2 Samuel 13 cuenta la historia de Amnon, el hijo mayor del rey David, quien se enamoró de su hermana Tamar y finalmente la violó. El capítulo trata de temas como la lujuria, la pasión desenfrenada, la violencia sexual y sus consecuencias.
1. Deuteronomio 22:25-27: "Pero si es en el campo que el hombre encuentra a la niña que es depuesta y forzada, y el hombre solo ella mata, no será el hombre que lo hizo con la niña, solo la niña lo hará Die, sin embargo, si es en el campo que el hombre encuentra a la niña diseñada, y el hombre forzando, entonces el hombre que yace con ella morirá solo. Y la niña no hará nada, no es culpable de la muerte, por eso es similar a alguien que se levanta contra su vecino y se quita la vida ”. Este versículo habla sobre las consecuencias de la violencia sexual.
2. Proverbios 6:32-33: "Aquellos que cometen adulterio con una mujer falta de comprensión; que procede a sí misma destruye. Este versículo habla sobre la tontería de la lujuria y sus consecuencias.
3. 1 Corintios 6:18: "Me escapé de la fornicación. Cualquier otro pecado que comete el hombre está fuera del cuerpo; pero el que practica los pecados de la fornicación contra su propio cuerpo". Este versículo habla sobre la importancia de escapar de la lujuria y la sexualidad desenfrenada.
4. Proverbios 7:6-23: Este pasaje describe a una mujer que trata de seducir a un joven y lo lleva a una habitación oscura, donde lo seduce y comete adulterio con él. Este versículo habla sobre la tentación sexual y las consecuencias de la falta de autocontrol.
5. 2 Timoteo 2:22: "También se escapa de los deseos de la juventud, sigue la justicia, la fe, el amor, la paz con aquellos que, con el corazón puro, invocan al Señor". Este versículo habla sobre la importancia de seguir la justicia y la santidad en lugar de ceder ante los deseos de la juventud y la carne.
“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina
