14. Ahora bien, la muchacha a quien yo diga "Inclina, por favor, tu cántaro para que yo beba", y ella responda: "Bebe, y también voy a abrevar tus camellos", ésa sea la que tienes designada para tu siervo Isaac, y por ello conoceré que haces favor a mi señor.»





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina