3. Traté de regalar mi cuerpo con el vino, mientras guardaba mi corazón en la sabiduría, y entregarme a la necedad hasta ver en qué consistía la felicidad de los humanos, lo que hacen bajo el cielo durante los contados días de su vida.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina