Job, 32
12. fijaba mi atención en ustedes. Pero no hay nadie que haya refutado a Job, ninguno de ustedes respondió a sus palabras.
12. fijaba mi atención en ustedes. Pero no hay nadie que haya refutado a Job, ninguno de ustedes respondió a sus palabras.
Job 32 presenta a Eliú, un joven que había estado presente en las discusiones de Job y sus amigos, pero aún no había hablado. Se lo describe como un hombre de gran sabiduría y celo por la justicia. Eliú se presenta como un nuevo interlocutor y se prepara para exponer sus pensamientos sobre el sufrimiento de Job. Para proporcionar cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Job 32, los versos de Job serán excluidos de los resultados.
Proverbios 2:6: "Porque el Señor da sabiduría; su boca procede al conocimiento y al discernimiento". Este verso de Proverbios señala que la sabiduría proviene de Dios y es un regalo que se puede buscar y recibir.
Santiago 1:5: "Si alguno de ustedes tiene una falta de sabiduría, pregúntelo a Dios, que da a todos libremente, buena voluntad; y se le otorgará". Este versículo de James alienta a los creyentes a pedirle sabiduría a Dios cuando la extrañen, porque lo da libremente.
Colosenses 4:5-6: "He aquí sabiamente hacia el exterior; aproveche al máximo las oportunidades. Su discurso siempre es agradable y sazonado con sal para que sepan cómo responder a cada uno". Este versículo de Colosenses destaca la importancia de actuar y hablar sabiamente ante los demás para ser un buen testimonio.
Proverbios 4:7: "La sabiduría es lo principal; porque la sabiduría, emplea todo lo que tiene en la adquisición de la comprensión". Este verso de Proverbios enfatiza la importancia de la sabiduría y fomenta la búsqueda constante de comprensión.
Efesios 5:15-16: "Así que ten cuidado como vives, no tan tonto, sino como sabio, aprovechando al máximo cada oportunidad, porque los días son malos". Este verso de los efesios destaca la importancia de vivir con sabiduría y aprovechar las oportunidades que surgen.
“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina
