Jeremías, 50
17. Israel era una oveja descarriada, ahuyentada por los leones. Primero la devoró el rey de Asiria, y ahora, últimamente, le quebró los huesos Nabucodonosor, rey de Babilonia.
17. Israel era una oveja descarriada, ahuyentada por los leones. Primero la devoró el rey de Asiria, y ahora, últimamente, le quebró los huesos Nabucodonosor, rey de Babilonia.
“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina