31. Sí, oigo gritos como los de una parturienta, gemidos como los de una primeriza: es la voz de la hija de Sión que pierde el aliento, que extiende las manos: "¡Ay, pobre de mí, estoy exhausta frente a los asesinos!".





“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina